Un estudio relaciona las gaseosas dietéticas con el riesgo cardiaco
Apenas una de estas bebidas al día se relacionó con una mayor incidencia de síndrome metabólico
Un estudio halla que tomarse más de una gaseosa diaria, aún si es del tipo dietético, se relaciona con mayor riesgo de síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la diabetes y la enfermedad cardiovascular.
La relación con la gaseosa de dieta hallada en el estudio fue "notoria", aunque no totalmente sorprendente, según el Dr. Ramachandran Vasan, autor principal del estudio y profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Boston. Otros estudios ya lo han sugerido, dijo.
"Pero este es el primer estudio en demostrar la asociación de manera prospectiva en una población grande", aseguró Vasan.
Esa población estaba compuesta por más de 6,000 participantes del Estudio del corazón de Framingham, que le ha estado dando seguimiento a los residentes de Massachusetts desde 1948. Cuando comenzó la porción de la gaseosa del estudio, los participantes no tenían síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo que incluye hipertensión, triglicéridos elevados, bajos niveles de colesterol HDL (que protege las arterias), altos niveles de glucosa en ayunas y circunferencia excesiva de la cintura. El síndrome metabólico es la presencia de tres o más de estos factores de riesgo.
Durante los cuatro años del estudio, las personas que consumían más de una gaseosa de cualquier tipo al día tenían 44 por ciento más probabilidades de desarrollar síndrome metabólico que los que no se tomaban una gaseosa al día.
Los hallazgos aparecen en la edición del 24 de julio de la revista Circulation.
Se han probado varias explicaciones, ninguna de las cuales se ha comprobado, para la relación entre el consumo de gaseosas de dieta y el síndrome metabólico, aseguró Vasan. La relación fue evidente aún cuando los investigadores tuvieron en cuenta otros factores, como los niveles de grasa saturada y fibra en la dieta, la ingesta total de calorías, el tabaquismo y la actividad física.
Una teoría es que la alta cantidad de sabor dulce de todas las gaseosas impulsa a una persona a consumir más alimentos dulces que engordan. Otra es que el contenido de caramelo de las gaseosas promueve cambios metabólicos que conducen a la resistencia a la insulina. "Los expertos en nutrición se debaten intensamente sobre esto", comentó Vasan.
Vasan, que anotó que no es un experto en nutrición, aseguró que se inclina por la teoría de que "este es un marcador de comportamiento de la dieta", que a las personas que les gusta tomar gaseosas dulces también prefieren los alimentos que los nutricionistas cardiacos advierten que no se deben tomar.
medlineplus
Un estudio halla que tomarse más de una gaseosa diaria, aún si es del tipo dietético, se relaciona con mayor riesgo de síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la diabetes y la enfermedad cardiovascular.
La relación con la gaseosa de dieta hallada en el estudio fue "notoria", aunque no totalmente sorprendente, según el Dr. Ramachandran Vasan, autor principal del estudio y profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Boston. Otros estudios ya lo han sugerido, dijo.
"Pero este es el primer estudio en demostrar la asociación de manera prospectiva en una población grande", aseguró Vasan.
Esa población estaba compuesta por más de 6,000 participantes del Estudio del corazón de Framingham, que le ha estado dando seguimiento a los residentes de Massachusetts desde 1948. Cuando comenzó la porción de la gaseosa del estudio, los participantes no tenían síndrome metabólico, un conjunto de factores de riesgo que incluye hipertensión, triglicéridos elevados, bajos niveles de colesterol HDL (que protege las arterias), altos niveles de glucosa en ayunas y circunferencia excesiva de la cintura. El síndrome metabólico es la presencia de tres o más de estos factores de riesgo.
Durante los cuatro años del estudio, las personas que consumían más de una gaseosa de cualquier tipo al día tenían 44 por ciento más probabilidades de desarrollar síndrome metabólico que los que no se tomaban una gaseosa al día.
Los hallazgos aparecen en la edición del 24 de julio de la revista Circulation.
Se han probado varias explicaciones, ninguna de las cuales se ha comprobado, para la relación entre el consumo de gaseosas de dieta y el síndrome metabólico, aseguró Vasan. La relación fue evidente aún cuando los investigadores tuvieron en cuenta otros factores, como los niveles de grasa saturada y fibra en la dieta, la ingesta total de calorías, el tabaquismo y la actividad física.
Una teoría es que la alta cantidad de sabor dulce de todas las gaseosas impulsa a una persona a consumir más alimentos dulces que engordan. Otra es que el contenido de caramelo de las gaseosas promueve cambios metabólicos que conducen a la resistencia a la insulina. "Los expertos en nutrición se debaten intensamente sobre esto", comentó Vasan.
Vasan, que anotó que no es un experto en nutrición, aseguró que se inclina por la teoría de que "este es un marcador de comportamiento de la dieta", que a las personas que les gusta tomar gaseosas dulces también prefieren los alimentos que los nutricionistas cardiacos advierten que no se deben tomar.
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