jueves, octubre 07, 2004

Un día sin automóviles no basta

El día 22 se celebró la jornada europea "Un día sin coches" o "La ciudad, sin mi coche", convocada por cuarto año consecutivo. Un día sin coches no basta, y sólo sirve para recordar las consecuencias del uso masivo del automóvil privado. El automóvil devora la ciudad. La guerra de Irak, el accidente del Prestige y la ola de calor del verano de 2003, son muestras de lo que significa un modelo energético basado en el petróleo, y el transporte es el sector más dependiente.

Diariamente nuestros pulmones filtran 15 kilos de aire y si vivimos en una gran ciudad o próximos a una carretera, ese aire contendrá contaminantes emitidos por los automóviles, como el monóxido de carbono, los óxidos de nitrógeno, el dióxido de azufre, partículas, plomo y dicloro-1,2-etano, hidrocarburos, formaldehído, y contaminantes secundarios como el ozono y los peroxiacetilnitratos, algunos de ellos cancerígenos, y casi todos perjudiciales para la salud humana. El monóxido de carbono se combina 210 veces más rápidamente con la hemoglobina de la sangre que el oxígeno, formando la carboxihemoglobina, que impide la oxigenación de los tejidos.

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