lunes, octubre 25, 2004

El "boom" del yoga infantil

"Un enanito se levantó en la mañana y comenzó a respirar rápidamente para tener energía y salir a trabajar y buscar sus tesoros. Se sentó en su cama y golpeó suavemente los pies con sus manos. Luego se puso de pie y vio cómo un molino movía sus aspas de un lado para otro. Entró en él agachado y se puso en cuclillas para ver cómo un sapo buscaba a una araña para comérsela. El enano iba con sus manos hacia delante y luego hacia atrás. Luego se acostó en el suelo y se durmió. Cuando despertó, se puso en posición de loto, juntó sus manos y cantó una canción de despedida"...

Con este cuento, 15 niños de entre dos y tres años comienzan su sesión semanal de yoga en el jardín infantil El Principito. Aunque parezca increíble y por muy chicos que sean, ellos logran ejercitar posturas básicas de esta milenaria disciplina en sólo diez minutos y hacen la misma rutina de los adultos, pero en menos tiempo y un poco más simplificada, claro está.

Correo del caroni